CELOS, INFIDELIDAD EN LA PAREJA PSICÓLOGOS VALLADOLID Y ARROYO DE LA ENCOMIENDA
En numerosas ocasiones nos encontramos parejas en nuestra consulta que acuden a resolver un problema de celos, o a uno de los dos miembros de la pareja que acude para intentar no perder su relación a causa de ellos.
Sufrir celos de forma moderada es una respuesta emocional normal pero, sentir celos de manera exagerada y descontrolada lo convierten en algo patológico. Esto es señal de que a nivel psicológico hay algo que no va bien. Pero, ¿sabemos por qué sentimos celos?, ¿qué podemos hacer para superar celos?.
En PSICOVITALIA, TE ENSEÑAMOS TÉCNICAS CON UN ENTRENAMIENTO ALTAMENTE EFICAZ PARA REDUCIR LOS CELOS QUE TE IMPIDEN A TI Y A TU PAREJA TENER UNA RELACIÓN SANA DONDE OS SINTÁIS EL UNO AL OTRO SIN MIEDOS E INSEGURIDADES QUE NO OS DEJAN EVOLUCIONAR A NIVEL PERSONAL Y DE PAREJA
DANOS LA OPORTUNIDAD DE CONOCERNOS EN UNA PRIMERA CONSULTA GRATUITA Y SIN COMPROMISO
Sufrir celos de forma moderada es una respuesta emocional normal pero, sentir celos de manera exagerada y descontrolada lo convierten en algo patológico. Esto es señal de que a nivel psicológico hay algo que no va bien. Pero, ¿sabemos por qué sentimos celos?, ¿qué podemos hacer para superar celos?.
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¿Qué son los celos?
En numerosas ocasiones nos encontramos parejas en nuestra consulta que acuden a resolver un problema de celos, o a uno de los dos miembros de la pareja que acude para intentar no perder su relación a causa de ellos.
Los celos son una respuesta emocional ante la posibilidad, real o imaginada, de perder un refuerzo que estaba a nuestra disposición (cariño de la pareja) y pasa a ser disfrutado por otra persona. Generan ansiedad y en algunos casos ira y tristeza.
Los celos son un sentimiento de temor a perder a la persona amada.
Los celos, de forma controlada y en pequeñas dosis, pueden ayudarnos a potenciar la relación pero, cuando los celos son enfermizos nublan la razón de quien los padece.
Las sospechas del celoso se basan, la mayoría de las veces, en hechos infundados y, el constante temor a ser abandonados les lleva a ejercer un continuo control sobre la pareja.
Aunque conviene saber que cuanto mas seguros nos sentimos de nuestra pareja y de nuestra relación con ella menos intensos y duraderos son los celos.
sentimientos…? Nadie puede tener esto seguro, por ello es tan importante mantener la duda.
En numerosas ocasiones nos encontramos parejas en nuestra consulta que acuden a resolver un problema de celos, o a uno de los dos miembros de la pareja que acude para intentar no perder su relación a causa de ellos.
Los celos son una respuesta emocional ante la posibilidad, real o imaginada, de perder un refuerzo que estaba a nuestra disposición (cariño de la pareja) y pasa a ser disfrutado por otra persona. Generan ansiedad y en algunos casos ira y tristeza.
Los celos son un sentimiento de temor a perder a la persona amada.
Los celos, de forma controlada y en pequeñas dosis, pueden ayudarnos a potenciar la relación pero, cuando los celos son enfermizos nublan la razón de quien los padece.
Las sospechas del celoso se basan, la mayoría de las veces, en hechos infundados y, el constante temor a ser abandonados les lleva a ejercer un continuo control sobre la pareja.
Aunque conviene saber que cuanto mas seguros nos sentimos de nuestra pareja y de nuestra relación con ella menos intensos y duraderos son los celos.
sentimientos…? Nadie puede tener esto seguro, por ello es tan importante mantener la duda.
¿POR QUE SURGEN LOS CELOS?
No es papel del psicólogo dilucidar si los celos son justificados o no para ayudar a nuestros pacientes, en caso de existir motivos según el punto de vista de la persona lo más indicado es ayudar a tomar una decisión con respecto a la pareja desde la calma, y no propiciada por esas emociones negativas que desencadenan los celos.
Seguramente nos suena a todos la relación existente entre los celos y la propia inseguridad o baja autoestima, pues cierto es que las personas más independientes emocionalmente, que son capaces de buscarse sus propios refuerzos y con mayor confianza en sí mismas tienen menos posibilidades de padecer celos ya que tienen recursos personales que les protegen de ellos. Por el contrario, aquellas personas que “necesitan” de los otros, y más en concreto de la pareja, para obtener sus fuentes de refuerzo y satisfacción terminan por depender de la pareja para cubrir sus necesidades, tales como afecto, apoyo, compañía, cuidados, vivienda, economía, etc.
Las personas inseguras y con baja autoestima normalmente se sienten incómodas en sus relaciones de pareja porque tienden a verse inferiores, al tener una mala imagen de sí mismos y en estos casos existe el temor a ser dejados por alguien mejor, sumando así a las emociones negativas propias de los celos, un miedo al rechazo o al abandono.
Otro de los peligros que contribuyen a que se desencadenen los celos es dedicar un tiempo “excesivo” a la pareja, es decir, no tener otros espacios bien definidos en los que se compartan cosas con otros, por ejemplo ocio con amigos, familia, trabajo, etc., aparte de la pareja. En estos casos cuando uno se habitúa a hacer todo con la pareja, suele no tolerar que ésta quiera dedicar tiempo a otras cosas u otras personas, tomando esto como un rechazo o la sospecha de que exista alguien más, que ya se ha cansado de estar con él o ella, etc.
Quien padece de celos entra en una espiral donde aparecen pensamientos erróneos con respecto a lo que está ocurriendo, normalmente obsesivos, y comportamientos encaminados a “comprobar” aquello que está pensando o sospechando. Cuanto más comprobamos más celos tenemos y más ganas de seguir comprobando.
El celoso quiere averiguar si es cierto lo que cree, por eso comprueba (el teléfono móvil, preguntando a otras personas sobre la pareja, registrando objetos personales, etc.). Estas respuestas de comprobación son las que mantienen el problema, haciendo que la persona sea incapaz de tolerar la duda. Este aspecto es muy importante porque hemos de aprender a convivir con la duda, ¿quién puede garantizarnos que nuestra pareja nunca nos dejará, no conocerá a otra persona, no se acabarán los
No es papel del psicólogo dilucidar si los celos son justificados o no para ayudar a nuestros pacientes, en caso de existir motivos según el punto de vista de la persona lo más indicado es ayudar a tomar una decisión con respecto a la pareja desde la calma, y no propiciada por esas emociones negativas que desencadenan los celos.
Seguramente nos suena a todos la relación existente entre los celos y la propia inseguridad o baja autoestima, pues cierto es que las personas más independientes emocionalmente, que son capaces de buscarse sus propios refuerzos y con mayor confianza en sí mismas tienen menos posibilidades de padecer celos ya que tienen recursos personales que les protegen de ellos. Por el contrario, aquellas personas que “necesitan” de los otros, y más en concreto de la pareja, para obtener sus fuentes de refuerzo y satisfacción terminan por depender de la pareja para cubrir sus necesidades, tales como afecto, apoyo, compañía, cuidados, vivienda, economía, etc.
Las personas inseguras y con baja autoestima normalmente se sienten incómodas en sus relaciones de pareja porque tienden a verse inferiores, al tener una mala imagen de sí mismos y en estos casos existe el temor a ser dejados por alguien mejor, sumando así a las emociones negativas propias de los celos, un miedo al rechazo o al abandono.
Otro de los peligros que contribuyen a que se desencadenen los celos es dedicar un tiempo “excesivo” a la pareja, es decir, no tener otros espacios bien definidos en los que se compartan cosas con otros, por ejemplo ocio con amigos, familia, trabajo, etc., aparte de la pareja. En estos casos cuando uno se habitúa a hacer todo con la pareja, suele no tolerar que ésta quiera dedicar tiempo a otras cosas u otras personas, tomando esto como un rechazo o la sospecha de que exista alguien más, que ya se ha cansado de estar con él o ella, etc.
Quien padece de celos entra en una espiral donde aparecen pensamientos erróneos con respecto a lo que está ocurriendo, normalmente obsesivos, y comportamientos encaminados a “comprobar” aquello que está pensando o sospechando. Cuanto más comprobamos más celos tenemos y más ganas de seguir comprobando.
El celoso quiere averiguar si es cierto lo que cree, por eso comprueba (el teléfono móvil, preguntando a otras personas sobre la pareja, registrando objetos personales, etc.). Estas respuestas de comprobación son las que mantienen el problema, haciendo que la persona sea incapaz de tolerar la duda. Este aspecto es muy importante porque hemos de aprender a convivir con la duda, ¿quién puede garantizarnos que nuestra pareja nunca nos dejará, no conocerá a otra persona, no se acabarán los
2. ¿Por qué somos celosos?
a. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a ser celosos y desconfiar de la sinceridad y cariño del otro.
Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien mas atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.
b. Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.
d. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.
a. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a ser celosos y desconfiar de la sinceridad y cariño del otro.
Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien mas atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.
b. Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.
d. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.
3. Cómo TRATAR los celos.
a. Evite pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intente sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.
Trate de ser objetivo y aprenda a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando su imaginación.
Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto, una consulta con un profesional.
b. Procure ser más tolerante y dejarle espacio a su pareja:luche contra ese impulso insistente que le lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.
De esta forma lo único que va a conseguir es que su pareja sea cada vez más insegura y frágil.
El tratamiento psicológico de los celos podríamos dividirlo en dos partes que se complementan. Por un lado, habría que trabajar la autoestima y las carencias que la persona pueda presentar a fin de incrementar su independencia emocional y la capacidad de buscar fuentes de refuerzo individuales. Eliminar también los pensamientos erróneos que se dan en quien padece celos, del tipo: “hoy no me ha llamado a la hora de comer, eso es que ya no me quiere”, “te has arreglado mucho, seguro que hay otro/a”.
Y por otro lado, hemos de explicar bien a la persona que esas emociones negativas que generan los celos tienen un nivel máximo de intensidad a partir del cual vuelven a bajar a niveles normales, es decir, si se aguanta esa emoción acabará bajando o incluso desapareciendo. Y es fundamental que dejen de dar las respuestas de comprobación que mantienen el problema, de modo que se expogan a la duda aprendiendo así a convivir con ella de manera óptima y adecuada.
a. Evite pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intente sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.
Trate de ser objetivo y aprenda a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando su imaginación.
Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto, una consulta con un profesional.
b. Procure ser más tolerante y dejarle espacio a su pareja:luche contra ese impulso insistente que le lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.
De esta forma lo único que va a conseguir es que su pareja sea cada vez más insegura y frágil.
El tratamiento psicológico de los celos podríamos dividirlo en dos partes que se complementan. Por un lado, habría que trabajar la autoestima y las carencias que la persona pueda presentar a fin de incrementar su independencia emocional y la capacidad de buscar fuentes de refuerzo individuales. Eliminar también los pensamientos erróneos que se dan en quien padece celos, del tipo: “hoy no me ha llamado a la hora de comer, eso es que ya no me quiere”, “te has arreglado mucho, seguro que hay otro/a”.
Y por otro lado, hemos de explicar bien a la persona que esas emociones negativas que generan los celos tienen un nivel máximo de intensidad a partir del cual vuelven a bajar a niveles normales, es decir, si se aguanta esa emoción acabará bajando o incluso desapareciendo. Y es fundamental que dejen de dar las respuestas de comprobación que mantienen el problema, de modo que se expogan a la duda aprendiendo así a convivir con ella de manera óptima y adecuada.