ACOMPAÑAMIENTO TERAPEÚTICO CON PSICÓLOGOS EN VALLADOLID Y ARROYO DE LA ENCOMIENDA
acompañamiento terapéutico EN ARROYO DE LA ENCOMIENDA Y VALLADOLID
En un sentido coloquial acompañar es "estar con otro”. En cuanto a "acompañar terapéuticamente” indica también "estar con otro/s” pero desde un marco teórico y referencial que fundamenta un accionar terapéutico, una operatoria con direccionalidad.
El acompañante terapéutico es un recurso humano preparado para asistir personas que se encuentran atravesando por alguna circunstancia o proceso, que afecta su salud, es decir, una crisis, una enfermedad ,una discapacidad, etapa vital, etc.
En Psicovitalia, ofrecemos este Servicio de Psicoterapia, con unas TARIFAS DE ACOMPAÑAMIENTO muy similares a las que se ofertan en los Despachos en los que prestamos nuestros servicios, con un plus por el trasporte al lugar donde se iniciará el Acompañamiento, siendo que por ejemplo, si es a realizar una Entrevista de Trabajo, el servicio comienza desde antes de llegar al lugar donde se llevará a cabo dicha entrevista, y se apoyará tanto antes, durante (si es posible porque la persona tenga algún tipo de discapacidad, entrar dentro del lugar donde se someterá a la entrevista), y al finalizar la misma. El coste del acompañamiento, depende el tiempo de dedicación del profesional, pero será mínimo de 1 hora y media de duración (siendo el coste máximo de 45 euros, y de 40 la tarifa reducida para personas con discapacidad, desempleados y jubilados).
El acompañante terapéutico es quien sostiene, con su presencia, una función asistencial específica en el área de la salud, incluido siempre dentro de un equipo que trabaja con la diada salud – enfermedad.
El acompañante terapéutico cuenta con conocimientos que le permiten transitar junto a su acompañado, por los procesos antes mencionados, desempeñando un rol centrado en el apoyo y sostén frente a las dolencias de su asistido.
El acompañamiento terapéutico implica la apertura de otro espacio más al servicio del paciente y su familia, que ofrece una presencia terapéutica en lo cotidiano de las actividades de quien padece.
Dicho espacio, a su vez, crea una cotidianeidad con el paciente que va a resultar inédita, ya que se presta a la construcción de un vínculo en un espacio – tiempo que va a tener características particulares.
Retomando lo expuesto, es posible afirmar que el acompañante terapéutico (en adelante A.T) es un agente de salud que se ubica en lo cotidiano para poder actuar. De este modo, es capaz de operar sobre lo subjetivo, lo vincular, lo comunitario y lo social. Es oportuno indicar que apunta a contener en forma empática al paciente y a su familia, otorga escucha, contención, apoyo y comprensión psicológica de los procesos por los que atraviesa el paciente, como sujeto y como miembro de un grupo.
La posibilidad de brindar apoyo, así como otros posicionamientos del acompañante, son convenidos con el profesional actuante. El carácter de este abordaje es flexible, por ello comprende la posibilidad de implementar propuestas, estímulos y adecuaciones. Además el A.T interviene, modera, induce, evita, programa, implementa la mediación, limita, etc. Con el propósito de otorgar entidad terapéutica a su trabajo.
Por todo lo expuesto hasta aquí, es apropiado señalar que el servicio se desarrolla y configura según la problemática del paciente, las características socio - familiares, el momento del tratamiento, los objetivos del mismo y el o los lugares en donde se llevará a cabo.
Una de las características de este recurso terapéutico es que en todos los casos propone e incentiva la realización de actividades positivas como la apertura de espacios y contextos de interacción, apropiación del ocio, actividades recreativas y lúdicas, etc.; apuntando en todos los casos a mejorar la calidad y estilo de vida.
De lo antes mencionado se desprende que la labor del acompañante terapéutico se adapta a las características, necesidades y situación de cada paciente. Por ello se desempeña en los distintos ámbitos en donde se encuentre el sujeto de la atención, ya sea en el domicilio, en la vía pública o en instituciones.
Una de las tareas del acompañante terapéutico es oficiar de sostén para que el paciente pueda mantener su función dentro de la familia, la comunidad y el ámbito social. Además desempeña un rol activo para que el paciente pueda conservar actividades vinculadas con lo laboral y/o educativo. También coopera con la realización de tareas que promuevan el desarrollo del lazo vincular - social.
Vale destacar que los acompañantes terapéuticos no enseñan, no formulan demandas al paciente, no se ubican en lugares de saber – poder, no se ofrecen como modelo de salud, no piden que el paciente asocie, etc.
Los acompañantes influyen e intervienen en el área intersubjetiva – vincular; por lo tanto se requiere de un seguimiento por parte de los profesionales a cargo, ya sea para orientar la operatoria en el sentido terapéutico pertinente o buscado, así como también, para "trabajar” las vicisitudes que todo vínculo reporta.
¿A quienes va dirigido y cuando se implementa el acompañamiento terapéutico?
Se pueden beneficiar de forma directa, con la implementación del acompañamiento terapéutico, diversos grupos vulnerables; ligados estos a problemáticas de: salud mental, discapacidad, adicciones o vejez; así como también pacientes con patologías duales.
El recuso de acompañamiento terapéutico se brinda tanto a niños como a adolescentes, adultos, adultos mayores y tercera edad.
Es importante destacar la importancia de este recurso para la asistencia de pacientes que atraviesan por crisis de crecimiento o momentos de cambios importantes como: adolescencia, matrimonio, elección del trabajo, casamiento de los hijos, separación, jubilación, viudez, etc.
El enfoque de trabajo del acompañamiento terapéutico conlleva en si una mínima distancia que requiere de gran disponibilidad afectiva.
Constituye el método menos agresivo de contención de pacientes descompensados.
Dispositivo de Acompañamiento Terapéutico
En este sentido el desempeño del acompañante dentro del dispositivo, se manifiesta con por lo menos dos caras visibles. Por un lado, lo cotidiano, lo dramático – vivencial, lo intersubjetivo y que engloba también las actividades a realizar y las posibilidades de sostén del paciente. Dichas actividades cooperan con la optimización de las condiciones concretas de existencia, mejorando la adaptabilidad.
Por otro lado, el aporte al dispositivo conjunto, por parte del A.T; integrando al mismo datos relevantes, para que puedan ser tratados en el encuadre del consultorio por el profesional actuante.
Conforme a lo expresado lo que va a aparecer como figura, para el paciente ,es la presencia del A.T en lo cotidiano; es decir la compañía, la posibilidad de intercambio, el encuentro con otra mirada de la realidad, la oportunidad de realizar tareas que antes no podía, etc. Mientras lo que va a suceder como fondo será la definición, en equipo, de estrategias de abordaje y otros lineamientos de pertinencia terapéutica.
Vinculo acompañante terapéutico – acompañado (paciente).
Uno de los ejes del trabajo del mencionado recurso es el relacionado con la producción y características del vinculo A.T – paciente. Se puede entender a dicho vínculo, desde nuestra perspectiva, como una experiencia intersubjetiva móvil, con la forma de elipse dialéctica en la que se suceden recurrentemente momentos de apertura y cierre en distintos aspectos; permitiendo recrear el mismo y alejarse de la estereotipias y cristalizaciones.
¿Para qué sirve un acompañante terapéutico?
Muchas personas hablan de ello, pero ¿De qué se trata realmente? ¿Para qué sirve? ¿Cómo puede ayudar?
¿Qué es un acompañamiento terapéutico?
Se trata de una estrategia terapéutica para ayudar a sostener la continuidad en los tratamientos, ambulatorios o no mediante la contención y asistencia al paciente y muchas veces a su familia. Además, favorece el desarrollo de la iniciativa y la voluntad, que pueden ser débiles, en algunos casos y contribuye a la realización de actividades de la vida cotidiana que la persona no realiza por sí misma. La decisión de contar con un acompañante o no es siempre propia, si bien un especialista le puede recomendar que trabaje con uno, la decisión de hacrelo o no, es siempre de la persona.
¿Quién lo realiza?
Lo realiza un acompañante terapéutico, alguien que se prepara, en su proceso de formación, para abordar una amplia diversidad de patologías.
El acompañante forma parte de un equipo terapéutico, que orienta su tarea y recomienda pautas para cada caso en particular.
¿Quién puede necesitar acompañamiento terapéutico?
La prestación de acompañamiento terapéutico está destinada a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores con diferentes patologías y problemáticas. En el ámbito de la educación, por ejemplo, ha demostrado aportar grandes beneficios en la integración de niños ‘especiales’ a la escuela común. Se aplica en personas con trastornos psicológicos (como: depresión, ataques de pánico, trastornos psicóticos, etc.), con problemas neurológicos (parálisis cerebrales, discapacidades en general), con padecimientos compulsivos (bulimia, anorexia, obesidad, adicciones, violencia, tendencia suicida) y en todas las enfermedades crónicas.
¿Dónde lo hace?
El acompañante terapéutico se relaciona con su acompañado en distintos ámbitos de la vida cotidiana: domicilio, instituciones de salud, de descanso, recreativas, educativas, etc.; así como también en el afuera, a través de la realización de diversas actividades propuestas por el equipo terapéutico de acuerdo a la marcha del proceso de tratamiento.
¿Cuáles son sus funciones?
Sus funciones más destacadas son:
- Motivar la continuidad de los tratamientos, acompañando los vaivenes emocionales del paciente en relación al mismo, haciendo presente la lógica del tratamiento en lo cotidiano del acompañado y promoviendo la resiliencia humana y la planificación de la esperanza.
- Favorecer el intercambio con el medio social, funcionando como un semejante con quien compartir actividades recreativas, laborales y/o educativas, ofreciendo presencias en los lugares donde el acompañado desarrolla sus actividades, realizando salidas a la vía publica y creando nuevos contextos de desarrollo para el paciente.
- Ofrecer un espacio de diálogo donde lo subjetivo se pueda expresar a través de la palabra, acompañando con una escucha empática.
- Acompañar al paciente y a su familia en sus cuadros afectivos, mediando en posibles situaciones de conflicto, apuntando a generar convergencia.
- Promover calidad y estilo de vida, reduciendo factores de riesgo y potenciando factores protectores.
- Fomentar la capacidad creativa del paciente, favoreciendo una adaptación activa y aportándole una vía de expresión.
- Favorecer el desarrollo de las potencialidades sanas del paciente, potenciando las posibilidades y capacidades del sujeto y apoyando en lo anímico y lo concreto la realización de actividades.
- Cooperar con la construcción de una cotidianidad y un vínculo beneficioso para el paciente, otorgando un espacio más de producción subjetiva.
- Facilitar las condiciones que le permitan el diseño de hábitos sanos.
El acompañante terapéutico: el sostén para salir adelante
- La contención es fundamental y constituye la primera función del acompañante terapéutico, cualquiera sea el momento del proceso en que se hallen los pacientes. El acompañante terapéutico se ofrece como sostén, auxiliando al paciente en su imposibilidad de delimitarse a si mismo. Acompaña y ampara al paciente en su desvalimiento, su angustia, sus miedos, su desesperanza, e incluso en aquellos momentos de mayor equilibrio.
- El acompañante terapéutico es para su paciente un “referente”, incluyéndose como tercero, opera en el vínculo a la manera de organizador psíquico que lo ayuda a regularse.
- Registra y ayuda a desplegar la capacidad creativa del paciente: la canalización de las inquietudes del paciente cumple un doble objetivo: sirve para liberar la capacidad creativa y tiende a la estructuración de la personalidad alrededor de un eje organizador.
- Aporta una mirada ampliada del mundo objetivo del paciente: el acompañante terapéutico dispondrá de información ampliada sobre su modo de desenvolverse en ámbitos diversos, sobre los vínculos que mantiene con los miembros de la familia, el tipo de personas con las que prefiere relacionarse, las emociones que lo dominan.
Acompañamiento Terapéutico(extraído del curso impartido por Alejandro Chévez, el 9 de febrero de 2010 para los profesionales de la Clínica San Miguel, Comunidad de Madrid)
El acompañamiento terapéutico surge hace más de 30 años, con la finalidad de abarcar aquellos espacios, que hoy denominamos “lo cotidiano”, en pacientes graves que requerían una atención continuada, pero tenían una autonomía suficiente como para permanecer en sus casas.
De los efectos de esas primeras experiencias se constituye lo que se llamó “amigo calificado” y que luego recibiría el nombre de “acompañamiento terapéutico” (a partir de ahora AT). Desde el principio lo que resonó en aquél equipo es el vínculo. La importancia del vínculo muy destacada en esta época por autores como Pichón-Riviere y José Bleger, marcaría desde su inicio el destino de este dispositivo.
Treinta años después y miles de acompañamientos realizados el acompañamiento terapéutico hoy por hoy tiene su presencia en varias Universidades de Latinoamérica (Argentina, Brasil, México, las mas destacadas) y ocupan un lugar como representación social en la comunidad.
Hace poco una AT con la que colaboro me contaba que saliendo de una cafetería el camarero le pregunto si era acompañante terapéutico, y ella preguntó porque, él respondió simplemente “es que tu estabas callada y solo hablaba el chico cuando me pedían las cosas, y se ve que es un poco rarito”. Ésta manera de estar “callado”, mientras el otro (“el rarito”), se convertirá en una seña del trabajo del acompañamiento, habilitar una ausencia, es decir, habilitar la palabra. Volveré sobre esto.
En España la historia del acompañamiento terapéutico se puede decir que surgió en la década de los ochenta en donde dos grupos de formación psicoanalítica comienzan a trabajar con equipos de ATs.
Puedo decir con orgullo que es mi equipo quien en el año 2004 realiza un convenio con la Agencia Antidroga el primer “Servicio de Acompañamiento Terapéutico”, con lo cual el trabajo realizado hasta el momento adquiere legitimidad institucional.
En el año 2005 se dan los primeros cursos oficiales de acompañamiento terapéutico, el mío organizado por la Consejería de Sanidad y Consumo, y el de Leonel Dozza al año siguiente por la Consejería de Familia y Asuntos Sociales.
En el año 2006 junto con el Colegio de Psicólogos organizo el primer curso de esa casa basado en el Acompañamiento Terapéutico y tres años después aprueban por primera vez en un Colegio de Psicólogos un articulo relacionado con el acompañamiento terapéutico que es el que tienen en sus manos. Un pequeño paso para el hombre, pero una gran alegría para los que durante muchos años luchamos por el reconocimiento de este dispositivo.
Ahora, se preguntaran ¿Qué es el acompañamiento terapéutico?
Responder a esta pregunta en la actualidad de diferenciar dos líneas que, si bien son convergentes conceptualmente son contradictorias en su puesta en acto.
La evolución del acompañamiento terapéutico, hoy de difusión internacional ha llevado al intento de agrupar la metodología del acompañamiento terapéutico en una disciplina, y a través de esta síntesis conseguir la legitimación legal dentro del espectro disciplinario de las profesiones de la salud.
Este desarrollo institucional fundamentado más en su crecimiento práctico que en su desarrollo conceptual nos obliga a diferencias dos tipos de acompañamiento terapéutico, el acompañamiento terapéutico dispositivo, asimilable por cualquier disciplina de la salud y el acompañamiento terapéutico como disciplina.
Acompañamiento como disciplina
Legitimada en varios países desde el ámbito institucional (hospitales estatales) y académico (universidades estatales), el acompañamiento terapéutico podría definirse de forma amplia como un servicio de baja exigencia, no directivo que desde una perspectiva clínica y socio-comunitaria brinda atención y apoyo a familiares y usuarios ambulatorios, o con internación domiciliaria, en espacios públicos o en el domicilio del usuario en clave de acompañamientos individuales y grupales, promoviendo un vínculo terapéutico basado en la participación y la autonomía del usuario en la toma de decisiones acerca de su tratamiento, sea éste en el ámbito de la prevención, la asistencia o la reinserción.
El acompañamiento terapéutico como disciplina estaría llevado a cabo por un profesional llamado “Acompañante Terapéutico”, que ha sido formado específicamente para cumplir esta función. Buscando algún parecido de esta función en España, encontramos la figura del educador y de los monitores de ocio y tiempo libre ocupando un espacio similar, el comunitario, aunque la metodología es muy diferente. Mientras que educadores y monitores inscriben su práctica en una línea eminentemente “pedagogicista”[1], el acompañamiento terapéutico sigue una línea “psicoterapista” eminentemente clínica, aunque no seria extraño en un futuro pensar en acompañantes que asumieran una línea más psicoeducativa.
Acompañamiento como dispositivo
En países como Argentina cuando se habla de acompañamiento terapéutico solemos referirnos a él con el concepto de dispositivo. Se habla entonces de “dispositivo de acompañamiento terapéutico”, y esto no es por casualidad. El concepto de dispositivo fue elaborado primero por Foucault y luego por Deleuze en el texto donde analiza la obra del filósofo.
Un dispositivo es el ovillo resultante de un conjunto multilineal y bi-dimensional, compuesto por curvas de visibilidad y de enunciación que a su vez se relacionan con líneas de fuerza que las atraviesan y modifican continuamente. Establece (crea) una realidad compleja y móvil, irreductible al marco de una disciplina, y resalta los aspectos de multiplicidad, actualidad, singularidad, continuidad y discreción que caracterizan al acompañamiento terapéutico, como dice Foucault un dispositivo es una “máquina para hacer ver y para hacer hablar”.
Pero ¿qué es lo que se ve y a quien hace hablar el acompañamiento terapéutico?. En primer lugar aparecen las relaciones de poder en juego entre el paciente y su contexto. En segundo se hace visible la soledad de la repetición en la enfermedad mental y las dificultades de su estandarización. En tercer lugar se observa el efecto dañino del discurso de la urgencia cuando recae en los pacientes.
De aquí se desprenden varias conclusiones:
- el acompañamiento terapéutico no es algo que se es (acompañante terapéutico), sino algo que se hace entre dos.
- El acompañamiento como dispositivo no se reduce a una sola disciplina.
- Requiere un contacto regular e individual con el paciente.
- El acompañante terapéutico es una barrera ante el discurso de la urgencia e instaura el tiempo de la espera.
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No podemos negar que el precio de la psicoterapia es un factor decisivo a la hora de elegir un psicólogo. Los tratamientos psicólogicos suelen ser de varias sesiones y no es lo mismo elegir un psicólogo que cobra 30€ por sesión que uno que cobra 80€. La elección de uno u otro puede suponer cientos de euros. Si usted es una persona a la que el precio le da lo mismo no siga leyendo estas líneas, pero si es una persona que no le gusta regalar su dinero y que busca la mejor relación entre calidad y precio le animo a seguir leyendo estas líneas.
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¿Quién puede beneficiarse de nuestras ofertas y promociones?
Nuestro Psicólogo ofrece una serie de ofertas dirigidas a los sectores de la población más desfavorecidos, como parados, jubilados, minusvalidos y estudiantes con problemas económicos. Cualquier persona en estas circunstancias puede beneficiarse de nuestra promoción, que está sujeta a las siguientes condiciones:
Condiciones de la promoción:
– La promoción es válida hasta cubrir el nº total de tratamientos ofertados.
– Sólo es aplicable a parados, jubilados, personas con discapacidad, estudiantes o personas con escasos recursos económicos.
– La primera consulta es gratuita. El precio de las siguientes será de 30 euros por sesión.
– Las sesiones de terapia serán únicamente en horario de mañana (09:00 – 14:00)
– Para acogerse a esta oferta debe cumplir las condiciones exigidas y notificarlo al pedir cita.
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