TRASTORNOS DEL ÁNIMO CON IDEACIÓN Y/O CONDUCTAS SUICIDAS PSICÓLOGOS VALLADOLID Y ARROYO DE LA ENCOMIENDA
¿Te sientes muy desmotivado y depresivo? ¿Piensas que no puedes gestionar las emociones y sientes que te desborda todo? ¿Te preguntas si podrás librarte de esa poca energía vital? ¿Quieres dejar de sufrir ese estado de ánimo?
En PSICOVITALIA ARROYO DE LA ENCOMIENDA (VALLADOLID), tenemos un espacio para todos aquellos que se sientan dispuestos a recibir psicoterapia con nuestros psicólogos. Para ello contamos con diversas orientaciones que podrán llenar sus expectativas, adecuando cada Tratamiento o Programa de acuerdo a la necesidad de cada persona.
No es necesario estar en una situación extrema para acudir a un psicólogo. Si sientes que necesitas ayuda porque no sabes cómo afrontar una situación que está viviendo, es el momento de consultar a un profesional y mejorar tu calidad de vida. No esperes a tener conductas autolesivas contigo mismo y acude a nuestro Gabinete para tratar y prevenir y gestionar mejor lo que te ha llevado a esa situación para recuperar el TIMÓN DE TU VIDA, y recuperar tu estabilidad mental, emocional y ser dueño de nuevo de tus acciones y conductas.
TE ANIMAMOS A LEER LOS APARTADOS PARA TOMAR LA DECISIÓN DE ACUDIR A PRIMERA CONSULTA GRATUITA Y SIN COMPROMISOS
Ofrecemos tratamientos para combatir y superar la ansiedad. Realizamos tratamientos especializados, donde combinamos las terapias tradicionales con las técnicas de nueva generación, que permiten un mayor éxito en la terapia contra la ansiedad.
Confía en el acompañamiento de nuestro psicólogos para resurgir de tus cenizas, y
recuperar el sentido de tu vida.
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No es necesario estar en una situación extrema para acudir a un psicólogo. Si sientes que necesitas ayuda porque no sabes cómo afrontar una situación que está viviendo, es el momento de consultar a un profesional y mejorar tu calidad de vida. No esperes a tener conductas autolesivas contigo mismo y acude a nuestro Gabinete para tratar y prevenir y gestionar mejor lo que te ha llevado a esa situación para recuperar el TIMÓN DE TU VIDA, y recuperar tu estabilidad mental, emocional y ser dueño de nuevo de tus acciones y conductas.
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Acude a nuestros psicólogos para RECUPERAR EL SENTIDO DE TU VIDA Y TU VALÍA Y TU SANACIÓN EMOCIONAL.
PERMITE QUE TE ACOMPAÑEMOS EN ESTE PROCESO PARA SENTIRTE QUE LA VIDA VALE LA PENA, Y COMO PUEDES SALIR DE ESOS BACHES QUE HAN HECHO QUE ESCUCHES A TU MENTE TÓXICA QUE TE PIDE QUE TE APARTES DE TU VIDA Y DE LA DE LAS PERSONAS QUE MÁS QUIERES.
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Según un Manual de Salud, definimos continuación los trastornos y problemas mentales y emocionales que mayormente tratamos en Psicovitalia por psicólogos en Arroyo de la Encomienda y Valladolid por la web denominada MANUAL MSD.
La información relativa a la tasa de suicidios proviene fundamentalmente de los certificados de defunción y de los informes procedentes de las investigaciones judiciales, y es probable que el verdadero índice esté subestimado. Aun así, la conducta suicida es un problema de salud muy frecuente. La conducta suicida ocurre en hombres y mujeres de todas las edades, etnias, credos, ingresos, niveles educativos y orientaciones sexuales. No hay un perfil típico del suicida.
Suicidios consumados a nivel mundial
Anualmente fallecen en todo el planeta casi 800 000 personas como consecuencia de un suicidio.
El suicidio fue la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad.
Las pruebas científicas indican que por cada persona que muere por suicidio hay muchas más personas que intentan suicidarse. Esta proporción varía ampliamente según el país, la región, el sexo, la edad y el método empleado.
Aproximadamente una de cada seis personas que se suicidan dejan una nota, que suele proporcionar las claves para explicar su conducta.
La conducta suicida suele ser el resultado de la interacción de varios factores.
La información relativa a la tasa de suicidios proviene fundamentalmente de los certificados de defunción y de los informes procedentes de las investigaciones judiciales, y es probable que el verdadero índice esté subestimado. Aun así, la conducta suicida es un problema de salud muy frecuente. La conducta suicida ocurre en hombres y mujeres de todas las edades, etnias, credos, ingresos, niveles educativos y orientaciones sexuales. No hay un perfil típico del suicida.
Suicidios consumados a nivel mundial
Anualmente fallecen en todo el planeta casi 800 000 personas como consecuencia de un suicidio.
El suicidio fue la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad.
Las pruebas científicas indican que por cada persona que muere por suicidio hay muchas más personas que intentan suicidarse. Esta proporción varía ampliamente según el país, la región, el sexo, la edad y el método empleado.
Aproximadamente una de cada seis personas que se suicidan dejan una nota, que suele proporcionar las claves para explicar su conducta.
La conducta suicida suele ser el resultado de la interacción de varios factores.
1.- ¿QUE CONLLEVA TENER IDEACIONES Y CONDUCTAS SUICIDAS?
La conducta suicida incluye el suicidio y el intento de suicidio. Las ideas de suicidio hacen referencia a la existencia de pensamientos y planes de suicidio.
La conducta suicida incluye:
La autoagresión no suicida es un acto autolesivo sin intención de provocar la muerte. Entre estos actos se incluyen: infligirse rasguños en los brazos, quemarse a uno mismo con un cigarrillo e ingerir una sobredosis de vitaminas. Una autoagresión no suicida puede ser una manera de reducir la tensión emocional o puede ser una petición de ayuda de las personas que aún desean vivir. Estos actos no deben tomarse a la ligera
- El suicidio suele ser resultado de la interacción de muchos factores, entre los que se incluye la depresión.
- Algunos métodos suicidas, como el empleo de armas de fuego, tienen mayor probabilidad de resultar mortales; no obstante, la elección de un método menos infalible no significa de manera necesaria que la intención de suicidio sea menos seria.
Se ha de prestar atención a las amenazas y a las tentativas de suicidio, proporcionando la ayuda y el apoyo adecuados. - Existen líneas directas de teléfono y de correo electrónico disponibles para las personas con ideas suicidas.
La conducta suicida incluye:
- Suicidio consumado: acto autolesivo intencionado con resultado de muerte.
- Intento de suicidio: acto autolesivo con intención de provocar la muerte, pero que finalmente no resulta mortal. Un intento de suicidio puede dar lugar a lesiones, pero no necesariamente.
La autoagresión no suicida es un acto autolesivo sin intención de provocar la muerte. Entre estos actos se incluyen: infligirse rasguños en los brazos, quemarse a uno mismo con un cigarrillo e ingerir una sobredosis de vitaminas. Una autoagresión no suicida puede ser una manera de reducir la tensión emocional o puede ser una petición de ayuda de las personas que aún desean vivir. Estos actos no deben tomarse a la ligera
2.- DEPRESIÓN Y SUICIDIO
El factor más frecuente que contribuye al comportamiento suicida cuando aparece es:
Algunas personas que padecen determinadas enfermedades pueden desarrollar una depresión y llevar a cabo tentativas o consumaciones de suicidio. La mayoría de las enfermedades asociadas a un aumento del índice de suicidios afectan de forma directa el sistema nervioso central (como sucede en el sida, la esclerosis múltiple, la epilepsia del lóbulo temporal o los traumatismos craneoencefálicos), o bien implican tratamientos que pueden originar depresión (como ciertos fármacos antihipertensores).
- Depresión
Algunas personas que padecen determinadas enfermedades pueden desarrollar una depresión y llevar a cabo tentativas o consumaciones de suicidio. La mayoría de las enfermedades asociadas a un aumento del índice de suicidios afectan de forma directa el sistema nervioso central (como sucede en el sida, la esclerosis múltiple, la epilepsia del lóbulo temporal o los traumatismos craneoencefálicos), o bien implican tratamientos que pueden originar depresión (como ciertos fármacos antihipertensores).
3- OTROS FACTORES ASOCIADOS AL SUICIDIO
En las personas mayores, aproximadamente el 20% de los suicidios puede ser, al menos en parte, una respuesta a trastornos físicos crónicos y dolorosos graves.
Las experiencias traumáticas de la infancia, incluyendo el abuso físico y sexual, aumentan el riesgo de intento de suicidio, quizás porque la depresión es frecuente entre las personas que han sufrido dichas experiencias.
El consumo de alcohol puede agravar un cuadro depresivo, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de que aparezca conducta suicida. El alcohol también disminuye la capacidad de autocontrol. Cerca del 30% de las personas que llevaron a cabo tentativas de suicidio consumieron previamente alcohol y cerca de la mitad de estas personas estaban intoxicadas en ese momento. Puesto que el alcoholismo, en particular el consumo de alcohol en grandes cantidades, suele originar sentimientos de remordimiento durante los periodos de abstinencia, los alcohólicos son más propensos al suicidio incluso cuando se encuentran sobrios.
Casi todos los demás trastornos de la salud mental también se asocian a un mayor riesgo de suicidio.
Las personas con esquizofrenia u otros trastornos psicóticos pueden sufrir delirios (creencias falsas fijas) con las que les resulte difícil convivir, o bien pueden oír voces (alucinaciones auditivas) que les ordenan matarse. Además, las personas con esquizofrenia son propensas a la depresión.
Las personas con trastorno límite de la personalidad o con trastorno de personalidad antisocial, en especial las que presentan un historial de comportamiento violento, tienen también un mayor riesgo de suicidio. Las personas con estos trastornos toleran mal la frustración y reaccionan al estrés de manera impulsiva, lo que a veces conlleva autolesiones o comportamientos agresivos.
El hecho de vivir solo aumenta el riesgo de comportamiento suicida. El riesgo de consumación de suicidio es mayor entre las personas separadas, divorciadas o viudas. El suicidio entre la población que tiene pareja estable es menos frecuente que entre la población soltera o sin pareja estable.
Las experiencias traumáticas de la infancia, incluyendo el abuso físico y sexual, aumentan el riesgo de intento de suicidio, quizás porque la depresión es frecuente entre las personas que han sufrido dichas experiencias.
El consumo de alcohol puede agravar un cuadro depresivo, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de que aparezca conducta suicida. El alcohol también disminuye la capacidad de autocontrol. Cerca del 30% de las personas que llevaron a cabo tentativas de suicidio consumieron previamente alcohol y cerca de la mitad de estas personas estaban intoxicadas en ese momento. Puesto que el alcoholismo, en particular el consumo de alcohol en grandes cantidades, suele originar sentimientos de remordimiento durante los periodos de abstinencia, los alcohólicos son más propensos al suicidio incluso cuando se encuentran sobrios.
Casi todos los demás trastornos de la salud mental también se asocian a un mayor riesgo de suicidio.
Las personas con esquizofrenia u otros trastornos psicóticos pueden sufrir delirios (creencias falsas fijas) con las que les resulte difícil convivir, o bien pueden oír voces (alucinaciones auditivas) que les ordenan matarse. Además, las personas con esquizofrenia son propensas a la depresión.
Las personas con trastorno límite de la personalidad o con trastorno de personalidad antisocial, en especial las que presentan un historial de comportamiento violento, tienen también un mayor riesgo de suicidio. Las personas con estos trastornos toleran mal la frustración y reaccionan al estrés de manera impulsiva, lo que a veces conlleva autolesiones o comportamientos agresivos.
El hecho de vivir solo aumenta el riesgo de comportamiento suicida. El riesgo de consumación de suicidio es mayor entre las personas separadas, divorciadas o viudas. El suicidio entre la población que tiene pareja estable es menos frecuente que entre la población soltera o sin pareja estable.
4. FACTORES DE RIESGO DEL COMPORTAMIENTO SUICIDA
Factores de riesgo del comportamiento suicida
- Enfermedad dolorosa o incapacitante
- Persona que vive sola
- Recesión económica o deudas
- Desempleo
- Duelo o pérdida de un ser querido
- Humillación o deshonra
- Desesperación
- Comportamiento impulsivo
- Depresión, especialmente si va acompañada de ansiedad o forma parte de un trastorno bipolar
- Hospitalización reciente para tratar la depresión
- La mayoría de los demás trastornos mentales, como los trastornos de personalidad
- Tristeza persistente, incluso aunque disminuya la intensidad de otros síntomas depresivos
- Antecedentes personales de alcoholismo o drogadicción
- Antecedentes personales de tentativas de suicidio
- Antecedentes familiares de suicidio o de trastornos mentales
- Experiencias traumáticas en la infancia, incluyendo abuso físico o sexual
- Preocupaciones acerca de ideas suicidas y verbalizaciones de las mismas
- Planes definidos de suicidio
5.-antidepresivos y riesgo de suicicio
Antidepresivos y riesgo de suicidio
El riesgo de tentativa de suicidio es mayor durante el mes previo al inicio del tratamiento antidepresivo y el riesgo de muerte por suicidio no aumenta una vez iniciado dicho tratamiento. Sin embargo, los antidepresivos aumentan ligeramente la frecuencia de pensamientos e intentos suicidas (pero no de consumación del suicidio) en niños, adolescentes y jóvenes. Así que los padres de niños y adolescentes deben ser advertidos de este posible aumento, y los niños y adolescentes deben ser controlados cuidadosamente para detectar la aparición de efectos secundarios como aumento de la ansiedad, inquietud, irritabilidad, ira, o un cambio en la hipomanía (cuando la persona se siente llena de energía y alegre, pero a menudo se irrita con facilidad, se distrae y se muestra inquieta), especialmente en las primeras semanas después de empezar a tomar el medicamento.
Debido a las advertencias efectuadas por los organismos de salud pública acerca de la posible asociación entre el consumo de antidepresivos y el incremento del riesgo de suicidio, la prescripción médica de antidepresivos en la población infantil y juvenil ha disminuido más de un 30%. No obstante, durante este mismo periodo de tiempo, la tasa de suicidio en la población juvenil ha aumentado (por ejemplo, en Estados Unidos el aumento ha sido de un 14%). Por tanto es posible que esas recomendaciones, que disuadieron del empleo de fármacos para el tratamiento de algunos casos de depresión, hayan provocado un efecto contrario al que pretendían, con el resultado de un aumento del número de suicidios consumados en lugar de una disminución.
Cuando se prescriben antidepresivos a las personas con depresión, los médicos toman ciertas precauciones para reducir el riesgo de comportamiento suicida:
¿Sabías que...?
El riesgo de tentativa de suicidio es mayor durante el mes previo al inicio del tratamiento antidepresivo y el riesgo de muerte por suicidio no aumenta una vez iniciado dicho tratamiento. Sin embargo, los antidepresivos aumentan ligeramente la frecuencia de pensamientos e intentos suicidas (pero no de consumación del suicidio) en niños, adolescentes y jóvenes. Así que los padres de niños y adolescentes deben ser advertidos de este posible aumento, y los niños y adolescentes deben ser controlados cuidadosamente para detectar la aparición de efectos secundarios como aumento de la ansiedad, inquietud, irritabilidad, ira, o un cambio en la hipomanía (cuando la persona se siente llena de energía y alegre, pero a menudo se irrita con facilidad, se distrae y se muestra inquieta), especialmente en las primeras semanas después de empezar a tomar el medicamento.
Debido a las advertencias efectuadas por los organismos de salud pública acerca de la posible asociación entre el consumo de antidepresivos y el incremento del riesgo de suicidio, la prescripción médica de antidepresivos en la población infantil y juvenil ha disminuido más de un 30%. No obstante, durante este mismo periodo de tiempo, la tasa de suicidio en la población juvenil ha aumentado (por ejemplo, en Estados Unidos el aumento ha sido de un 14%). Por tanto es posible que esas recomendaciones, que disuadieron del empleo de fármacos para el tratamiento de algunos casos de depresión, hayan provocado un efecto contrario al que pretendían, con el resultado de un aumento del número de suicidios consumados en lugar de una disminución.
Cuando se prescriben antidepresivos a las personas con depresión, los médicos toman ciertas precauciones para reducir el riesgo de comportamiento suicida:
- Prescribir a las personas antidepresivos en cantidades que no causarían la muerte.
- Programar visitas más frecuentes cuando se inicia el primer tratamiento.
- Advertir claramente a las personas afectadas y a sus familiares y personas cercanas que estén alerta para detectar cualquier empeoramiento de los síntomas o la aparición de ideación suicida.
- Dar instrucciones a las personas afectadas y a sus familiares y personas cercanas para que llamen inmediatamente al médico que prescribió el antidepresivo o busquen atención médica si los síntomas empeoran o se producen pensamientos suicidas.
¿Sabías que...?
- La toma de antidepresivos se ha relacionado con un mayor riesgo de pensamientos y tentativas suicidas, pero no tomarlos puede aumentar mucho más el riesgo de suicidio.
- Aunque la mayoría de los hombres y las mujeres que se suicidan usan armas, este método es dos veces más probable en hombres que en mujeres.
6.-métodos utilizados para el suicidio
Métodos utilizados para el suicidio
La elección del método de suicidio suele estar influida por factores culturales o por cuestiones de disponibilidad. Además, puede reflejar o no la seriedad de la intención. Algunos métodos (como tirarse desde lo alto de un edificio) hacen que la supervivencia sea casi imposible, mientras que otros (como la sobredosis de fármacos), dejan abierta la posibilidad del rescate. Sin embargo, la elección de un método que no es mortal de necesidad no implica necesariamente que el intento sea menos serio que el que lleva a emplear métodos más mortales.
La sobredosis farmacológica y el envenenamiento son los principales procedimientos empleados en las tentativas de suicido. Los métodos violentos, como el disparo con arma de fuego o el ahorcamiento, son poco frecuentes en las tentativas de suicidio, ya que suelen tener como resultado la muerte de la persona.
En la mayoría de los suicidios consumados se utilizan armas de fuego. En Estados Unidos, las armas de fuego se emplean en cerca del 50% de los suicidios. Los hombres usan este método más que las mujeres. Otros métodos comprenden el ahorcamiento, el envenenamiento, el salto desde una altura y el uso de arma blanca. Algunos métodos, como tirarse por un precipicio con un vehículo, pueden poner en peligro a otras personas.
En todo el mundo, el envenenamiento con pesticidas representa aproximadamente el 30% de los suicidios consumados.
La elección del método de suicidio suele estar influida por factores culturales o por cuestiones de disponibilidad. Además, puede reflejar o no la seriedad de la intención. Algunos métodos (como tirarse desde lo alto de un edificio) hacen que la supervivencia sea casi imposible, mientras que otros (como la sobredosis de fármacos), dejan abierta la posibilidad del rescate. Sin embargo, la elección de un método que no es mortal de necesidad no implica necesariamente que el intento sea menos serio que el que lleva a emplear métodos más mortales.
La sobredosis farmacológica y el envenenamiento son los principales procedimientos empleados en las tentativas de suicido. Los métodos violentos, como el disparo con arma de fuego o el ahorcamiento, son poco frecuentes en las tentativas de suicidio, ya que suelen tener como resultado la muerte de la persona.
En la mayoría de los suicidios consumados se utilizan armas de fuego. En Estados Unidos, las armas de fuego se emplean en cerca del 50% de los suicidios. Los hombres usan este método más que las mujeres. Otros métodos comprenden el ahorcamiento, el envenenamiento, el salto desde una altura y el uso de arma blanca. Algunos métodos, como tirarse por un precipicio con un vehículo, pueden poner en peligro a otras personas.
En todo el mundo, el envenenamiento con pesticidas representa aproximadamente el 30% de los suicidios consumados.
7.-prevención del SUICIDIO
Prevención
Aunque algunas tentativas de suicidio o suicidios consumados constituyen golpes inesperados para los familiares y amigos, a menudo los suicidas han mostrado con anterioridad algún tipo de advertencia sobre su intención. Se ha de prestar atención a las amenazas y a las tentativas de suicidio. Si se ignoran, se puede perder una vida.
Si una persona amenaza con suicidarse de forma inminente o ya lo ha intentado con anterioridad, hay que avisar a la policía con el fin de que los servicios de urgencia lleguen lo antes posible. En tanto llega la ayuda, hay que procurar tranquilizar a la persona, hablándole con calma y proporcionándole apoyo.
El médico puede solicitar la hospitalización de una persona que ha manifestado tentativa o amenaza de suicidio. En la mayoría de estados de Estados Unidos el médico puede decidir el internamiento hospitalario en contra de la voluntad de la persona afectada, si cree que esta corre un riesgo elevado de atentar contra su vida o la de otras personas.
Cuando las personas potencialmente suicidas llaman a la línea de ayuda, un voluntario hace lo siguiente:
En ocasiones, la persona llama a una línea de ayuda para decir que ya ha cometido el acto suicida (por ejemplo, que ya ha tomado una sobredosis de fármacos o ha abierto la llave del gas), o bien que está haciéndolo en ese mismo momento. En estos casos, el voluntario intenta siempre obtener la dirección de la persona. Si esto no es posible, otro voluntario contacta con la policía para tratar de localizar la llamada e intentar el rescate. Si es posible, se intenta que la persona siga hablando por teléfono hasta que la policía llegue a su encuentro.
Aunque algunas tentativas de suicidio o suicidios consumados constituyen golpes inesperados para los familiares y amigos, a menudo los suicidas han mostrado con anterioridad algún tipo de advertencia sobre su intención. Se ha de prestar atención a las amenazas y a las tentativas de suicidio. Si se ignoran, se puede perder una vida.
Si una persona amenaza con suicidarse de forma inminente o ya lo ha intentado con anterioridad, hay que avisar a la policía con el fin de que los servicios de urgencia lleguen lo antes posible. En tanto llega la ayuda, hay que procurar tranquilizar a la persona, hablándole con calma y proporcionándole apoyo.
El médico puede solicitar la hospitalización de una persona que ha manifestado tentativa o amenaza de suicidio. En la mayoría de estados de Estados Unidos el médico puede decidir el internamiento hospitalario en contra de la voluntad de la persona afectada, si cree que esta corre un riesgo elevado de atentar contra su vida o la de otras personas.
Cuando las personas potencialmente suicidas llaman a la línea de ayuda, un voluntario hace lo siguiente:
- Intenta establecer con ella una relación próxima, haciéndole presente a esta persona su propia identidad (por ejemplo, llamándola por su nombre de manera repetida).
- Puede ofrecer una ayuda constructiva para afrontar el problema que motivó la crisis y animar a la persona a tomar acciones positivas para resolverla.
- El voluntario recuerda a la persona en crisis que tiene familiares y amigos que le quieren y desean ayudarle.
- Puede tratar de facilitarle una asistencia profesional cara a cara.
En ocasiones, la persona llama a una línea de ayuda para decir que ya ha cometido el acto suicida (por ejemplo, que ya ha tomado una sobredosis de fármacos o ha abierto la llave del gas), o bien que está haciéndolo en ese mismo momento. En estos casos, el voluntario intenta siempre obtener la dirección de la persona. Si esto no es posible, otro voluntario contacta con la policía para tratar de localizar la llamada e intentar el rescate. Si es posible, se intenta que la persona siga hablando por teléfono hasta que la policía llegue a su encuentro.
8.-manejo y tratamiento de conductas suicidas
Manejo de las conductas suicidas
Los médicos toman en serio cualquier acto suicida, independientemente de si se trata de un gesto o un intento.
Si la persona afectada se ha provocado daños importantes, los médicos evalúan y tratan la lesión y, por regla general, ingresan a la persona en el hospital. Si han tomado una sobredosis de un fármaco potencialmente letal, los médicos toman inmediatamente las medidas necesarias para evitar la absorción de la droga y acelerar su eliminación del cuerpo. También se les administran los antídotos adecuados, en caso de haber alguno, y se les proporciona tratamiento de apoyo, por ejemplo mediante la colocación de una tubo de respiración asistida.
Después de la evaluación inicial, las personas que han intentado suicidarse se derivan a un psiquiatra, que trata de identificar los problemas que contribuyeron a la tentativa e instaura un plan de tratamiento adecuado.
Para identificar los problemas, los psiquiatras hacen lo siguiente:
Debido a que la depresión aumenta el riesgo de comportamiento suicida, los médicos controlan cuidadosamente a las personas con depresión para detectar la aparición de conductas o pensamientos suicidas.
Algunas pruebas científicas indican que el consumo de litio, antidepresivos y antipsicóticos para tratar los trastornos del estado de ánimo en personas con riesgo de suicidio puede reducir la cantidad de suicidios consumados. El tratamiento de la esquizofrenia con clozapina reduce el riesgo de suicidio.
Los médicos toman en serio cualquier acto suicida, independientemente de si se trata de un gesto o un intento.
Si la persona afectada se ha provocado daños importantes, los médicos evalúan y tratan la lesión y, por regla general, ingresan a la persona en el hospital. Si han tomado una sobredosis de un fármaco potencialmente letal, los médicos toman inmediatamente las medidas necesarias para evitar la absorción de la droga y acelerar su eliminación del cuerpo. También se les administran los antídotos adecuados, en caso de haber alguno, y se les proporciona tratamiento de apoyo, por ejemplo mediante la colocación de una tubo de respiración asistida.
Después de la evaluación inicial, las personas que han intentado suicidarse se derivan a un psiquiatra, que trata de identificar los problemas que contribuyeron a la tentativa e instaura un plan de tratamiento adecuado.
Para identificar los problemas, los psiquiatras hacen lo siguiente:
- Escuchan lo que tiene que decir la persona
- Tratan de comprender qué hizo que la persona intentara suicidarse, qué le condujo a intentarlo y dónde y cómo ocurrió
- Preguntan acerca de síntomas de trastornos mentales que aumentan el riesgo de conducta suicida
- Preguntan si la persona está recibiendo tratamiento por un trastorno mental, incluso si está tomando algún medicamento para tratarlo
- Evalúan el estado mental de la persona afectada en busca de signos de depresión, ansiedad, agitación, crisis de angustia, insomnio grave, otros trastornos mentales y abuso del alcohol o de las drogas
- Preguntan sobre las relaciones personales y familiares
- Hablan con familiares cercanos y amigos y les preguntan sobre el consumo de alcohol, marihuana, analgésicos y drogas de abuso que realiza la persona afectada
- Ayudan a la persona a identificar elementos que desencadenan pensamientos suicidas y le ayudan a planificar formas de lidiar con los desencadenantes
Debido a que la depresión aumenta el riesgo de comportamiento suicida, los médicos controlan cuidadosamente a las personas con depresión para detectar la aparición de conductas o pensamientos suicidas.
Algunas pruebas científicas indican que el consumo de litio, antidepresivos y antipsicóticos para tratar los trastornos del estado de ánimo en personas con riesgo de suicidio puede reducir la cantidad de suicidios consumados. El tratamiento de la esquizofrenia con clozapina reduce el riesgo de suicidio.
9.-impacto del suicidio y tratamiento de familiares de personas suicidas
Impacto del suicidio
La muerte por suicidio tiene un marcado efecto emocional sobre las personas del entorno. Los familiares, los amigos y los médicos pueden sentirse culpables, avergonzados o con remordimientos por no haber sido capaces de prevenir el suicidio. También pueden sentir rabia o ira con respecto a la persona que se ha suicidado. Con el tiempo comprenderán que no podrían haberlo evitado.
A veces terapeutas o grupos de autoayuda colaboran para resolver los sentimientos de culpa o de pesar de la familia y de los amigos. El médico de atención primaria o el servicio local de salud mental (por ejemplo a nivel municipal o estatal) pueden ayudar a encontrar estos recursos.
El efecto que tiene sobre el entorno la tentativa de suicidio es semejante. Sin embargo, los familiares y amigos cuentan con la posibilidad de manejar mejor sus sentimientos al responder de forma apropiada a la petición de ayuda que la persona está haciendo.
La muerte por suicidio tiene un marcado efecto emocional sobre las personas del entorno. Los familiares, los amigos y los médicos pueden sentirse culpables, avergonzados o con remordimientos por no haber sido capaces de prevenir el suicidio. También pueden sentir rabia o ira con respecto a la persona que se ha suicidado. Con el tiempo comprenderán que no podrían haberlo evitado.
A veces terapeutas o grupos de autoayuda colaboran para resolver los sentimientos de culpa o de pesar de la familia y de los amigos. El médico de atención primaria o el servicio local de salud mental (por ejemplo a nivel municipal o estatal) pueden ayudar a encontrar estos recursos.
El efecto que tiene sobre el entorno la tentativa de suicidio es semejante. Sin embargo, los familiares y amigos cuentan con la posibilidad de manejar mejor sus sentimientos al responder de forma apropiada a la petición de ayuda que la persona está haciendo.